CFDI HACIA UNA CULTURA DIGITAL

 

El cambio a la evolución de la era digital fue motivado por  las grandes cadenas comerciales,  quienes solicitaron al SAT  allá por el año 2004, autorización para  usar facturas electrónicas,   ya que gran parte de sus sistemas estaban   automatizados, y querían reducir costos de emisión y almacenamiento de facturas  impresas en papel,  esto motivo a la  entidad  federal  a  realizar grandes investigaciones  en varios países para poder analizar e integrar a sus controles un sistema  automático de facturación electrónica con los niveles de seguridad  probados ya en otros países, tomando  lo mejor de cada país  para crear su  propio diseño de seguridad  y ahorrándose así  también costos  y facilidades en las revisiones  de facturas  electrónicas  en lugar de las de papel.

 

            Y  llego el CFD  una factura electrónica  elaborada por  los mismos contribuyentes, a través de sistemas adquiridos  o elaborados con sus recursos propios, pero que no garantizaba la seguridad  requerida,  ya que podía ser manipulada por ellos mismos,   y no se contaba con la capacidad para poder controlar  las obligaciones que de ellos se  derivaban como él  envió del reporte mensual  al SAT de las facturas emitidas  mensualmente  por los  contribuyentes,  por este concepto nunca conocí una multa impuesta  a los que no cumplían con esta obligación fiscal.

 

            Por fin encontraron  la forma de controlar los ingresos  y las deducciones  de  los contribuyentes  a través de los Proveedores Autorizados  de Certificación,   conocidos  comúnmente como  “PAC”  con quien el SAT ha firmado  alianzas  y   son una figura auxiliar  para la prestación de servicios en  la emisión del Comprobante Fiscal Digital a través de Internet   CFDI,  que es  sellado y timbrado  por el PAC a través de diversas tecnologías y dispositivos  enlazados  con los sistemas de Registro Fiscal  del SAT,  y donde se van a poder consultar todas las facturas emitidas o recibidas por los contribuyentes,  evitando con esto  la gran  evasión fiscal.

 

            Ya solo les faltaba controlar  un gasto  muy importante  de los contribuyentes, la Nómina es crucial en cualquier empresa, además de que  se involucran varias leyes  y reglamentos  locales y federales, que no dudo se tomaran como información de enlace entre varios organismos gubernamentales para realizar cruces de información.

 

            De acuerdo con lo aprobado por los legisladores federales en materia de Impuesto Sobre la Renta  a partir de 2014 las empresas tendrán que timbrar con un Proveedor Autorizado de Certificaciones  los recibos de nómina que entreguen a sus trabajadores, cumpliendo los mismos requisitos que un CFDI.

 

            La fracción tercera del artículo 99 de la nueva Ley de Impuesto Sobre la Renta señala que será obligación de los patrones expedir y entregar comprobantes fiscales a las personas que reciban pagos por la prestación de un servicio personal subordinado, por salarios y demás prestaciones, en la fecha en que se realice la erogación. Estos CFDI “podrán utilizarse como constancia o recibo de pago para efectos de la legislación laboral”, señala dicho artículo.

 

            Según datos de la Asociación Mexicana de Proveedores Autorizados de Certificaciones (AMEXIPAC), se estima certificar alrededor de 75 millones de recibos de nómina mensuales en el país, ya que según datos estadísticos del SAT reporta un  registro de unos 25 millones de personas físicas en la modalidad de asalariados.

 

            Consideramos que los tiempos son muy cortos para  la  difusión  y  capacitación del  contribuyente,  y  la capacidad tecnológica que se requiere tanto para el contribuyente como la que  actualmente tiene el SAT se vería rebasada, tomando en cuenta que también el número de PAC autorizados no sería suficiente para cubrir las necesidades requeridas  para estas reformas,    en fin esperemos  que la  implementación del CFDI se realice por  escalas,  tanto de la factura electrónica  como de la  nómina, solo nos queda esperar a la normatividad de las  autoridades hacendarias.