No siempre debemos de pensar en el trabajo, también hay que disfrutar de nuestras tradiciones, y recordar a grandes líderes que hicieron historia y leyendas.
Cuauhtemotzin último Tlatoani del imperio Azteca, grandes historias que no conocía y que se guardaron por años para proteger sus restos cuando fue asesinado por los españoles para evitar una sublevación de los mexicas.
Cuando estaba ahí, no me cansaba de ver grupos de danzantes que entraban, a dar el homenaje al gran hombre ejemplo de valor y coraje para defender a su pueblo a su gente, venían de todas partes, y principalmente de la ciudad de México casi todas las delegaciones estaban presentes con sus danzas y sus hermosos atuendos, nunca había visto a tanto danzante, desde los más radicales, llamados chichimecas conservando sus tradiciones de vivir como antaño hasta los danzantes luciendo grandes plumajes, a veces pienso que nuestro señor Cuauhtemoc vive en cada uno de nosotros, cuando luchamos por mejorar a nuestros pueblos, a nuestra gente.
Sin duda un pueblo de tradición, donde no hay Hoteles para Hospedarse, los pueblerinos ofrecen sus casas a los visitantes, los parques, escuelas, y calles llenas de casas de campaña para dormir un rato y seguir con las danzas más tarde.
Nosotros somos privilegiados porque llegamos a la casa de una familia de tradición, ya que sus ancestros guardaron y conservaron por muchos años los restos de nuestro emperador y tras un análisis de antropólogos y especialistas de la materia, confirmaron el hallazgo.
Quisiera compartir unos textos que me gustaron, había muchos enmarcados en mármol, y otros materiales, solo pude tomar fotos de uno del Profesor. Eliseo Jiménez García, elaborado en homenaje a nuestro Señor Cuauhtémoc en Septiembre del 2001.
Desde Puente de Ixtla, vengo a este lindo poblado,
A la tierra de Cuauhtémoc donde se encuentra enterrado.
Tierra de robles y encinos de mármol blanco, artesano,
Mi pueblo se congratula por estrecharte la mano.
Crisol de héroe perenne con alas de redentor,
Un águila te vigila es Ixcateopan, Señor.
Lloraron los españoles dicen fue la noche triste.
Digo que fue de alegría con tú valor los venciste.
El mundo volteo los ojos a este pueblo risueño;
El año cuarenta y nueve despertaste de tu sueño.
Describiste a tu raza mejor que Diego Rivera;
Tenochtitlán no ha caído es tan solo una quimera.
Tlatoani entre los Tlatoanis Tenochtitlán a tus pies,
Titán azteca y guerrero tú valor vale por diez.
El 23 de Febrero de cada año solar.
El mundo viene a Ixcateopan te vienen a venerar.
Heredaste a los Rodríguez, y a los Juárez, tu memoria,
Eulalia Guzmán ha sido una página en tú historia.
Del Usumacinta al Bravo, del oriente hasta el poniente,
Honor a quien honor merece al águila que desciende.
Los españoles enterraron tú alma, tú espíritu esta presente,
Tú boca quedo cerrada tú mensaje esta en la gente.
Izancanac, la tragedia el mismo cielo lloró,
Muere un valiente guerrero un águila con honor.
Del sublime canto al héroe del ramal infinito de la historia
Le entrego a Ixcateopan mi canto y a Cuauhtémoc por su gloria.
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Las personas que no han sufrido en la vida por falta de comida, vestido, vivienda, o que no han tenido la necesidad de estar en la montaña, o viviendo en un techo de adobe, comiendo un pedazo de tortilla con salsa, y de lo poco o mucho que nos da la madre tierra no valoran estas tradiciones, ahora los jóvenes no saben muchas veces de nuestros abuelos, están enfocados a las tecnologías, pero que importante es también saber que conocían y leían a los astros, a la naturaleza, se curaban con hierbas y remedios caseros, manejaban y sabían lo que les predecía el futuro, conocían los secretos de la espiritualidad, desgraciadamente muy poca gente conoce de estos secretos, y muchas veces los que saben los usan para hacer el mal, en lugar de ayudar a engrandecer su entorno su comunidad.
De siempre se ha rechazado a los niños o jóvenes que vienen de lejos a estudiar y querer sobresalir, los insultan, los menosprecian y los separan de la comunidad estudiantil muchas veces propiciado por los mismos maestros, acaso existen dos tipos de mexicanos, los de las grandes ciudades y los de la montaña, los que muchas veces no saben el español, porque no les hemos permitido o enseñado.
Gracias a dios ya hemos visto algunos avances en derechos humanos y otras instancias gubernamentales que están dando el apoyo para evitar este tipo de atropellos con nuestros hermanos indígenas.
Espero no se hayan aburrido con esta historia que les conté, porque así me nació de corazón.
Como siempre espero sus comentarios y sugerencias para seguir mejorando día con día.
Ceci González
28-feb-2014